- Ayer nos dejó Michael John Robinson tras luchar contra una larga y terrible enfermedad mortal. Como un admirador más, me sumo al dolor de todos aquellos que lloran su muerte, que en paz descanse, Mr Robinson.
Podríamos decir que deportistas como él marcaron mis pasos como deportista juvenil, primero como leyenda del fútbol que fue y posteriormente como el valioso periodista que nos entretuvo a partir de los los comienzos de los noventa.
Representó a la selección de Éire y jugó para varios equipos como el Liverpool, Brighton & Hove Albion, Manchester City y Queens Park Rangers. Después llegaría esa aventura española con el Osasuna que causó que España se convirtiese en su tercer país y primer hogar.
Robinson en su etapa con el Liverpool. |
Michael nació en Leicester (Inglaterra) el 12 de julio de 1958. Estuvo en las categorías menores del Coventry City, pero comenzó su carrera cuando sus padres se mudaron a Blackpool. Allí encontraría acomodo en las filas del Preston North End, donde concluyó su formación deportiva para debutar como profesional en el tercer nivel británico a mediados de los setenta. Al joven delantero no le costaría mucho conquistar los ojos de su entrenador Harry Catterick, quien había visto en él un tremend poderío físico, acierto de cara al gol y muchas ganas de triunfar en el fútbol. Con todo prácticamente ganado, obtendría su primer contrato profesional a los dieciocho años con la empresa de Lancashire, para la que jugaría durante cuatro temporadas más.
Tendría tiempo a dejar una quincena de goles en sus primeros pasos por la tercera división. Sus primeros pasos fueron seguidos de cerca por directivos del Manchester City, que abonando 750.000 libras se harían con la firma del jugador.
Entonces conoció la élite del fútbol inglés con los "Cityzen", donde no gozó de todo el protagonismo necesario para destacar a nivel competitivo. El de Leicester haría ocho tantos, pero no serían suficiente para convencer a su entrenador, quien le concedió treinta apariciones sin que le llegase a convencer.
Robinson se marcharía al Brighton & Hove Albion a comienzos de los ochenta con la esperanza de ganarse esa titularidad que le fue negada en el City, en un competitivo plantel en el que figuraban los nombres de Mark Lawrenson y Jimmy Case.
Todo fue muy distinto y parece ser que a Michael le comenzó a sonreír la suerte en sus pasos con la escuadra de Falmer. Al fin se sentiría titular y lograría participar en 113 partidos para añadir 37 goles más a su participación en la "First Division".
Su rendimiento gustó mucho en Anfield, razón por la que Robinson acabaría fichando por el Liverpool de cara al curso 1983\84. Aquella sería su única campaña con los "Diablos Rojos" para los que registró 6 tantos en una treintena de partidos.
Antes de aterrizar en España, el atacante de Leicester jugaría para el QPR, donde estuvo dos años antes de recalar en el Club Atlético Osasuna, dirigido entonces por el yugoslavo Ivan Brzic, quien a la postre sería sucedido en el banquillo por Pedro Mari Zabalza.
Debutó en la Primera División española el 10 de enero de 1987 en un partido celebrado en Bilbao ante el Athletic que terminó con una humillante goleada por 4-1. Dos jornadas después se estrenaría como goleador ante el Real Madrid, en una derrota por 2-1 en el Santiago Bernabéu.
Michael aguantaría dos temporadas más en activo, dejando para el equipo navarro un total de doce tantos antes de colgar las botas en 1989. Por cierto, en sus últimos pasos como futbolista coincidiría en el equipo con su compatriota Sammy Lee.
En su trayectoria internacional, Robinson hizo 4 goles en 24 partidos para el combinado de Éire. |
- Ya retirado, Michael Robinson se estableció en España y nos sorprendió con una nueva faceta como periodista. No me perdía un programa suyo en "El Día Después", en el que comenzó a ganarse la simpatía de la audiencia española con su peculiar humor inglés y esa sabiduría balompédica con la que muchos pudimos crecer.
Aquel que nunca pudo jugar un torneo importante con aquella selección irlandesa a la que representó en 24 ocasiones, aquel simpático futbolista que pasó a ser periodista y tanto nos entretuvo, falleció ayer (28 abril de 2020) en Madrid a causa de un cáncer al que no pudo vencer. Desde Fútbol Británico le quiero decir que "you'll never walk alone".
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