- Cuando ves una película tan buena como "The Damned United" no puedes evitar esbozar una sonrisa al contemplar la vida deportiva de ciertos jugadores reflejada en la gran pantalla, como es el caso del siguiente protagonista: Norman Hunter.
Algunos prefieren seguir recordándole como "Bites Yer Legs" o "Muerde-piernas Hunter", como ya le apodó la afición del Leeds United en su día, en honor al legendario e inolvidable ex-futbolista y, a la postre entrenador, Brian Clough.
Además de ser una figura eterna para la hinchada de Elland Road, Hunter también jugó para Bristol City y Barnsley, aunque es más recordado por sus logros con el Leeds y, como no puede ser de otra forma, por figurar como campeón del mundo con la selección de Inglaterra en 1966.
Era duro como ninguno, un jugador agresivo que se ganaría aquel pseudónimo por parte de Clough, quien durante muy poco tiempo le dirigió en el vestuario de Elland Road. Polémico y salvaje, pero con técnica y mucho oficio, Norman era un defensa muy completo que durante su época fue de lo mejorcito en el Reino Unido. Ya en las categorías menores del Leeds, el zaguero de Gateshead se prepararía para conocer el fútbol profesional a comienzos de los años sesenta.
Durante sus inicios tuvo que competir en la segunda división inglesa, logrando un rápido ascenso a la élite para en la campaña 1965\66 rozar el doblete con el conjunto de Yorkshire. El equipo conquistaría el título de Liga, pero se quedaría a las puertas de hacerse con la FA Cup al perder contra el Liverpool.
Rápidamente se convirtió en el líder del equipo de Revie junto a Giles y Bremner. Aquel Leeds se pondría de moda añadiendo otros títulos hasta finales de aquella década en la que alzaron la FA Cup y la Copa de Ferias.
A esto habría que añadirle dos trofeos de la EFL Cup, aunque el gran trauma de los chicos de Revie era no poder ganar la Copa de Europa, que ya por esa época era el campeonato más valorado por todos los clubes de los diferentes clubes del viejo continente.
Aún le quedaban años en Yorkshire, afrontando su etapa final con Brian Clough en el banquillo, con el que tanto Norman como sus compañeros no tendrían un buen trato. Es por ello que el entrenador no duraría mucho en el banquillo, ya que los propios jugadores serían acusados de dejadez en el terreno de juego.
La vida seguiría sin el "enemigo" en el vestuario, y Hunter aguantaría dos años más en la disciplina de Elland Road, hasta 1976. Los tiempos de gloria ya habían pasado, y el viejo zaguero pondría fin a una bonita etapa con el Leeds después de más de tres lustros en la entidad.
En total, Norman defendió el escudo del Leeds, en 540 partidos en los que hizo 18 tantos y celebró varios títulos, a los que habría que sumar la inolvidable gesta inglesa en el Mundial de 1966, donde el de Eighton Banks también recogió el oro.
Fueron buenos años de competición, hasta que afrontó los últimos años de su carrera a menor nivel. A partir de octubre de 1976 jugaría para el Bristol City, con el que superaría el centenar de encuentros en la máxima categoría. Después jugaría para el Barnsley, con el que se retiraría en 1982.
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| A Norman Hunter le perseguía una fama de jugador excesivamente duro. |
- A Norman siempre le persiguió esa fama de jugador excesivamente duro, así hasta que decidió retirarse con un total de 679 partidos y 22 tantos a sus espaldas, a lo que habrá que añadir sus 28 apariciones internacionales en los que hizo un par de goles. Después ejerció como entrenador durante escasos años.
Como internacional, Hunter representó a la selección de Inglaterra entre 1965 y 1974, participando en el Mundial en el que su país ejerció de anfitrión para se testigo de un equipo campeón en 1966. No obstante, Hunter no fue titular.
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