¿Te acuerdas de Gordon Banks?

 

- Hay nombres que cuesta mucho olvidar, y ese es el de Gordon Banks, considerado por muchos como el mejor portero británico de la historia. Su nombre podría estar unido al de otros arqueros de reconocida fama, tales como Lev Yashin, Sepp Maier, Dino Zoff o su compatriota Peter Shilton. Algunos de estos coincidieron en activo.

Por sus geniales servicios como profesional del fútbol recibió infinitos y grandes galardones, pero nunca pudo contar con ese Balón de Oro que, hasta la fecha, solo pudo ganar un portero, y ese fue el soviético Yashin.

Quizás le perjudicó su carrera a nivel de clubes, ya que Banks nunca pudo alzar los mejores trofeos en su etapa como futbolista. Tan solo puede presumir de sus conquistas con Leicester City y Stoke City, y poco más.

Banks fue campeón del mundo en 1966.

- Pero tampoco conozco muchos guardametas que puedan presumir de haber ganado un mundial de fútbol. Banks sí lo hizo, formando parte de una fantástica Inglaterra de Alf Ramsey, en la que fueron también héroes los Bobby Charlton, Nobby Stiles, Geoff Hurst y Bobby Moore, entre otros. Gordon fue su guardián. 

Además de esa Copa del Mundo que celebró en su propio país en 1966, tuvo el honor de representar a los "Three Lions" en la Eurocopa de Italia 68, donde lograron un tercer puesto. Fueron años dorados para el fútbol inglés. Asistió también a los Mundiales de Chile 1962 y México 1970.

Era un tipo capaz de detenerlo todo, como bien pudo demostrar ante el mismísimo Pelé en su última participación mundialista. Aquella actuación ante Brasil, es una de las más recordadas en la historia del balompié. Tenía el don de ser un tipo sereno bajo palos, bien posicionado y con una agilidad inigualable.

El 30 de diciembre de 1937 nació en Sheffield (Inglaterra). Inicialmente se crió en Tinsley, pero su familia acabaría mudándose a Catcliffe, donde su padre regentaría un negocio ilegal dedicado a las apuestas deportivas. Aquel negocio traería grandes ganancias, aunque también desgracias, puesto que su hermano fallecería a causa de unos asaltantes que trataron de robar en la tienda de su padre.

Banks se buscaría la vida más allá del deporte, pues se emplearía en un almacén de carbón sin llegar a dejar el fútbol. Por la falta del portero titular, el de Abbeydale tendría la oportunidad de jugar en el Millspaugh.

En sus inicios también jugó para otros clubes como el Sheffield Schoolboys y Rawmarsh Welfare, hasta que contó con la oportunidad de ingresar en un club profesionalizado como el Chesterfield, al que se unió en 1953.

Gordon entrenó duramente para llegar al primer equipo, contando con una fortaleza física que había trabajado en sus días como mozo de almacén. Para este equipo debutaría en la tercera división inglesa, en la que disputaría sus primeros partidos durante la campaña 1958\59.

La ocasión de llegar a la élite vendría con el Leicester City, aunque en principio debería contar para el equipo reserva. Matt Gillies sería quien le otorgaría la oportunidad de debutar en el máximo nivel tras la lesión de Dave MacLaren.

De esta manera, el 9 de septiembre de 1959 jugaría su primer partido con el Leicester, en Filbert Street ante el Blackpool. El partido acabó con empate a uno, y no volvería a jugar hasta que MacLaren fallase en sus cometidos. A comienzos de los sesenta, Banks se ganaría el sitio en un equipo con el que ganaría la EFL Cup en 1964.

Tras ocho temporadas con los "Foxes", Banks se marcharía al Stoke City, pero no tardaría en irse a los Estados Unidos para jugar cedido en Ohio con los Cleveland Stokers. En Sudáfrica jugaría también para el Hellenic.

Retornó a Staffordshire para ser de nuevo heroína de otra gesta. En la campaña 71\72, Gordon celebraría otro ejemplar de la EFL Cup, en lo que sería su último título a nivel de club. En 1973, regresaría a Norteamérica, donde jugaría para los Fort Lauderdale Strikers, y en Dublin acabaría su carrera con el St Patrick's Athletic.

En 1966, Gordon Banks se convirtió en campeón del mundo con Inglaterra.

- A finales de los setenta acabó su carrera para dedicarse a otras cosas. Este fabuloso cancerbero terminó una carrera en la que disputó 558 partidos. El final de su carrera quedó marcado por aquel accidente de tráfico en el que perdió visión en su ojo derecho.

Gordon Banks sigue siendo recordado por todos los grandes aficionados al fútbol, incluso dos años después de su muerte. El 12 de febrero de 2019 pereció en Stoke-on-Trent (Inglaterra), con 81 años de edad.

Banks jugó 78 partidos para la selección inglesa, con la que acudió a los Mundiales de Chile 62, Inglaterra 66 y México 70. En el que se celebró en su país fue campeón como titular, y también disputó la Euro de Italia 68.